RESPIRACIÓN-MOVIMIENTO-SENTIMIENTO

23 de marzo de 2014

Nosotros queremos estar vivos y sin embargo olvidamos respirar, tenemos miedo de movernos y somos ariscos a sentir y expresar. Y la verdad es que la personalidad se expresa a través del cuerpo tanto como a través de la mente.
El cuerpo de una persona nos dice mucho sobre su personalidad: su postura, la mirada de sus ojos, la actitud de su mandíbula, el porte de su cabeza, la posición de sus hombros, etc. Estos son sólo algunos indicios del carácter a los que nosotros inconscientemente reaccionamos. Hay otras características como la calidad de un apretón de manos, el tono de la voz, y la espontaneidad del gesto que nos impresionan inmediatamente, ya que estas expresiones corporales identifican a una persona.
Al trabajar en la integración de la mente y el cuerpo, y conocer su identidad, significa que un cambio en la personalidad está condicionado a un cambio en las funciones del cuerpo. Las dos funciones que son más importantes a este respecto son la respiración y el movimiento. En la persona emocionalmente enferma estas dos funciones están perturbadas por tensiones crónicas musculares, las cuales
son la contrapartida fisiológica de conflictos psicológicos. A través de estas tensiones, los conflictos se estructuran en el cuerpo como una restricción de la respiración y una limitación de la motilidad.
Respiración y movimiento determinan el sentimiento. Un organismo sólo siente el movimiento de su cuerpo, y en ausencia de este movimiento no existe el sentimiento. Por ejemplo, cuando un brazo se inmoviliza, se adormece y la persona pierde el sentimiento de su brazo. Uno tiene que restaurar la motilidad para recuperar el sentimiento. La profundidad de la respiración afecta a la intensidad del sentir. Reteniendo la respiración, el sentimiento puede reducirse o amortiguarse. Así las emociones fuertes estimulan la respiración, y la activación de la respiración evoca los sentimientos reprimidos. Estar totalmente vivo es respirar profundamente, moverse libremente y sentirse plenamente.
La importancia de respirar profundamente para la salud emocional y física es ignorada por muchos. Nosotros sabemos que la respiración es necesaria para la vida, que el oxígeno proporciona la energía para mover el organismo, pero no comprendemos que la respiración inadecuada reduce la vitalidad del organismo. Las quejas corrientes de cansancio y agotamiento generalmente no se atribuyen a una respiración pobre, sin embargo, la depresión o la fatiga son resultados directos de una respiración deprimida. La circulación en este caso está directamente afectada por la falta de oxígeno, y en los casos crónicos de respiración pobre, las arteriolas se estrechan y los valores de glóbulos rojos en la sangre disminuyen.
La mayoría de las personas son “malos respiradores”. Su respiración es poco profunda y tienen una tendencia fuerte a retener su respiración en cualquier situación de tensión, incluso en situaciones de estrés sencillas o cotidianas que no representarían ningún tipo de peligro. Esto explica el por qué de la tan conocida ansiedad, irritabilidad o tensión, que a su vez son la base de síntomas de “fobias”. Y si la dificultad es más severa puede llevar a estados de pánico o terror. Cuando a las personas se les hace conscientes de su respiración comprenden que a menudo retienen su respiración y cuánto la inhiben.
Ahora bien, las personas tienen dificultades para respirar plenamente porque respirar crea sentimientos, y las personas tienen miedo a sentir. Se asustan al sentir tristeza, o rabia, o miedo. El niño retiene su respiración, tensa su cuerpo y constriñe su garganta para impedir el llanto y el grito. El efecto de cada una de estas maniobras es limitar y reducir la respiración y por tanto el sentimiento. Pero de adultos, inhiben la respiración para reprimir esos sentimientos. De este modo, la incapacidad para respirar normalmente se vuelve un obstáculo para la recuperación de la salud emocional. Por eso es importante la toma de conciencia de los mecanismos que ponemos en acción para bloquear esta respiración. Respirar profundamente carga el cuerpo y literalmente le infunde vida: los ojos chispean, el tono muscular es bueno, la piel tiene un color luminoso, y el cuerpo es cálido. Todo esto pasa cuando una persona respira profundamente.


Alexander Lowen